El ataque de león
La estrategia de cualquier depredador suele ser muy efectiva, pero cómo actúan realmente:
- Escogen a la presa más fácil. - La rodean para alejarla de la manada, para que le resulte más difícil de escapar. - Le hacen creer que pueden escaparse, dejándola unos metros libres, pero rápidamente la vuelven a enganchar. - Mantienen este comportamiento un rato, hasta que la presa se dé por vencido. - Y finalmente acaban con su vida, para poder comer o llevarlo a sus crías.
Lógicamente, esta estrategia es muy útil para la supervivencia de los animales, pero ¿el ser humano puede actuar, alguna vez, de una manera parecida? Si nos fijamos, aquella persona (sea hombre o mujer) que maltrata a otra, acaba haciendo un patrón parecido.
- Escogen a personas que tienden a ser más inhibidas o con poca autoestima. - Tratan de separarlas de sus familias y amigos. Al mismo tiempo que les van diciendo que tampoco necesitan trabajar. - Le dejan libertad diciendo que le dejan hacer lo que quiera, pero con condiciones. - Buscan descalificarle, usan el chantaje, la manipulación, para que se de por vencido y lo vean como algo por lo que no se pueda luchar. - Y finalmente se quedan contigo sabiendo que nunca le dejarán.
No hay empatía, no hay cariño, no hay respeto, no hay confianza ni tampoco comunicación. Ambas partes tienen que ir a terapia porque a uno no le han educado a querer de una manera sana. Y al otro no sabe cómo salir de esa situación para que no le vuelva a pasar.
El amor no lo puede con todo y por amor no hay que aguantar todo.
